El piojo rojo de California (Aonidiella aurantii) es un hemíptero diaspino que ha sido considerado como una de las principales plagas de cítricos. El daño de esta plaga está provocado por la presencia de hembras adultas. La forma que obtienen es de escudos céreos de color rojizo en ramas, hojas y frutos.

En ramas y hojas, el piojo rojo, puede llegar a provocar un debilitamiento de la planta. El principal daño económico se da cuando se produce el destrío de frutos por presencia de escudos. Aunque éstos no alteren las cualidades organolépticas de la fruta.

Biología de la plaga

La temperatura umbral de desarrollo en piojo rojo de California se da a partir de 12ºC (11,6˚C), de modo que si se dan condiciones idóneas de desarrollo es capaz de generar hasta 4 generaciones, aunque lo habitual es que sean 3 generaciones.

Zona          Temperatura        HR
Óptima      23,0-27,5 ºC       70-80 %
Favorable       18,0-29,0 ºC       60-85 %
Desfavorable    5,0-32,0 ºC       45-90 %
Imposible  Fuera de los limites anteriores

Cuadro 1. Condiciones para el desarrollo del piojo rojo. (Bodenheimer)

 

Para el piojo rojo de California la temperatura crítica es de 11.7 ºC y la integral térmica de 600-617 ºC día. Para completar un ciclo completo, o 300-310 ºC día, desde un máximo de vuelo de machos y un máximo de formas sensibles a los tratamientos (larvas de 1ª y 2ª edad).

La luz tiene mucha importancia en el piojo rojo. Manifiesta en él un fototropismo positivo (tendencia a ir hacia la luz), haciendo que su densidad sea mucho más reducida en la base y en el interior del árbol.

El estudio de su ciclo biológico confirma la existencia de tres generaciones anuales en las fechas siguientes:

  • 1ª generación, desde mediados de Abril a finales de Junio con un máximo a finales de Mayo-primeros de Junio.
  • 2ª generación, desde final de Junio a final de Agosto con un máximo a final de Julio-primeros de Agosto.
  • 3ª generación, desde final de Agosto a final de Octubre-mitad de Noviembre con un máximo a finales de septiembre primeros de Octubre.

Hay que hacer notar que estas fechas pueden variar según factores climáticos. La segunda generación puede ser muy afectada por las condiciones climáticas del verano (temperaturas altas y humedades bajas). Aunque que en algunas zonas o años puede haber una cuarta generación parcial.

No existen estudios que relacionen el estado nutricional de la planta con la fecundidad o desarrollo del piojo rojo.

Debido a su comportamiento, es necesario conocer el estado fenológico en el que se encuentre el árbol. El tratamiento para controlar la primera generación se debería realizar antes de que el cáliz se pegue al fruto. Esto es debido a que la mayor parte de las larvas recién nacidas se sitúan bajo los sépalos del cáliz. Una vez se pegue al fruto, será muy difícil que la materia activa que se aplique en el tratamiento alcance a estos individuos.

¿Cómo controlamos la plaga del piojo rojo?

Muestreo de la plaga:

El piojo rojo de California ha dejado de ser desde hace unos años la principal plaga de cítricos. Por lo que se plantea la necesidad de no tener que intervenir sistemáticamente todas las campañas.
Una determinación rigurosa de la presencia de plaga en los momentos claves del ciclo (2ª y 3ª generación, cosecha) nos pueden determinar la necesidad o no de una intervención de cualquier tipo.

Los muestreos de esta plaga están basados en la detección de escudos en fruto en determinados momentos. Para ello se realiza un muestreo de 200 frutos al azar en 50 árboles a partir de mediados de agosto. La periodicidad quincenal con el fin de determinar el número de formas sensibles (ninfas jóvenes).

Umbrales:

  • Si observamos más de un 2% de frutos con presencia de escudos se considera superado el umbral y se debe intervenir.
  • Si en el momento de la recolección hemos observado que ese umbral fue superado se debe plantear la intervención en primera generación del año siguiente.

Desde el I.V.I.A. se establece desde el inicio del seguimiento del ciclo con un registro comparativo de la integral térmica de las últimas 2-3 campañas. Conociendo la integral térmica que necesita la plaga para llegar al máximo de formas sensibles y el dato que recogemos en las mediciones en curso podemos establecer el momento idóneo de tratamiento.

Dicho dato se puede obtener de esta página:

http://gipcitricos.ivia.es/avisos-alternaria?id_estacion=30&provincia=46&estacion_name=Poliny%C3%A0%20de%20X%C3%BAquer&item_id=118

Por otro lado, si se dispone de los medios adecuados, se puede plantear el muestreo basado en: trampas con feromona.

Trampas de 11  x 14  cm.,  de madera que se pintarán con esmalte amarillo limón. Tendrán en sus bordes unas ranuras o guías para soportar unos cristales transparentes, que se impregnarán de una pega especial. Se colocaran a una altura de 1,70-2 metros, en una rama situada en  el Noreste y no en su exterior, si no a unos 30 o 40 cm. de su extremo.
Los árboles donde se sitúen las mismas, deberán sortearse en el momento de su colocación, dejando las trampas siempre fijas en ellos. Estos no deben estar situados en las 2-3 filas que limitan las parcelas. Estas trampas deben ser cebadas con una feromona sexual específica de Aonidiella.

Se contarán los machos de piojo rojo capturados, en una superficie reticulada de 6 cm. x 10 cm. y la ayuda de un binocular.

Se colocarán dos trampas como mínimo y una más, por cada ha si la superficie de la parcela es superior a 1 ha. No colocar más de 6 en una parcela. Este muestreo se realiza a nivel finca para decidir el momento de intervención o a nivel parcela para determinar nivel poblacional de Aonidiella.

Determinación del momento de intervención: Cálculo integral térmico a partir del máximo de capturas (310 grados día). Se determina sumando los valores positivos de las diferencias entre la temperatura media diaria y la temperatura crítica de desarrollo, desde el máximo de capturas de machos.

En nuestro país no existen estudios que nos permitan fijar el umbral de tratamiento. En California, tienen en cuenta las capturas del último vuelo de machos. Junto con el segundo del año siguiente, les permite decidir el tratamiento en Junio-Julio. Otros autores fijan en 50 machos por trampa y semana el nivel de capturas que de ser sobrepasado, obligaría a intervenir químicamente contra la plaga.

 

¿Cuáles son los métodos de control del piojo rojo?

CONTROL BIOLÓGICO:
Podemos encontrar distintos entomófagos para control biológico de piojo rojo en nuestra citricultura. Sin embargo, se trata de una plaga mal controlada por sus enemigos naturales. Es necesario normalmente tener que realizar intervenciones químicas para su control.

En 1976 se inició en España la introducción y aclimatación de A. melinus y su aclimatación ha sido un éxito. Hoy podemos decir que se encuentra en todas las plantaciones de cítricos que tienen piojo rojo de California. Se pueden realizar sueltas estacionales. Las sueltas se realizan para incrementar su acción en épocas climáticamente desfavorables a su desarrollo. El número de insectos a liberar oscila entre 40.000 y 100.000 adultos por ha.

TÉCNICAS DE CONFUSIÓN SEXUAL:
En los últimos años se ha empezado a controlar las poblaciones de piojo rojo con técnicas de confusión sexual. Éstas están basadas en la colocación de dispositivos de liberación de feremonas sexuales. Sirven para provocar la confusión de los machos e impedir que encuentren las hembras que esperan ser fecundadas.

CONTROL QUÍMICO:
Normalmente no es suficiente el control biológico para evitar los daños económicos de esta plaga. Será necesaria una intervención química sola o en combinación con los métodos de control biológicos citados.

Hay muy pocos productos útiles autorizados para el control de la plaga (Spirotetramat, Metil clorpirifos y Aceite Parafínico). Es muy importante que tengamos en cuenta una serie de factores para optimizar el control de la plaga:

  • Elección bien meditada de la o las materias activas. Utilizar atendiendo no sólo a su eficacia sino también a otros factores como los que se exponen a continuación;
  • Elección concienzuda del momento: debemos decidir sobre qué generación actuar y en qué fecha.
  • Contemplar las materias activas utilizadas en anteriores intervenciones para evitar la aparición de resistencias
  • Tener en cuenta en el momento de la aplicación la incidencia de esta sobre otras plagas y fauna útil.
  • Poda adecuada para incrementar la eficacia de la intervención
  • Tener un perfecto conocimiento del funcionamiento y puesta a punto rigurosa de la maquinaria de aplicación.

 

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